Traumatología y reumatología
En este campo, la fisioterapia se centra en el tratamiento de una lesión a través de agentes físicos, y partiendo de un diagnóstico clínico. El protocolo de acción terapéutica irá desde la disminución/ausencia de dolor, reducción de la inflamación, recuperación de la movilidad, hasta la recuperación funcional del paciente. Los medios que utilizamos para ello son muchas, como la masoterapia (masaje), cinesiterapia (utilización del movimiento, en sus diversas formas, para el tratamiento de una patología), termoterapia (uso de calor o frío), electroterapia (ya sea analgésica-disminución de dolor-, como para potenciar-aumentar fuerza muscular-de un músculo), hidroterapia (uso del agua), técnicas de facilitación neuromuscular, que son aquéllas más específicas para la recuperación de un grupo muscular, o músculo, estiramientos(analíticos-de un músculo-, o globales-mediante la realización de diversas posturas).




Estos son los servicios de traumatología y reumatología que te ofrecemos en Susana Sánchez Centro de Fisioterapia.
Se trata de zonas muy localizadas en el tejido muscular o en su inserción miotendinosa, las cuales se palpan en forma de bandas duras (hipersensibles) que causan dolor, teniendo éste la característica de ser de origen profundo, constante y que puede producir efectos de excitación a nivel del sistema nervioso central, originando a menudo un dolor referido hacia otras zonas dependiendo de la ubicación del punto gatillo. Los puntos gatillos pueden activarse por sobrecarga, esfuerzos, fatiga, trauma/golpe directo, cambios bruscos de temperatura; también se pueden activar, indirectamente, por la presencia de otros puntos gatillos, enfermedades viscerales, articulaciones artríticas, y tensión emocional.
En el Centro de Fisioterapia Susana Sánchez las tratamos a través de varias técnicas, como el estiramiento activo, el estiramiento pasivo, la técnica de compresión isquémica, técnicas invasivas como la punción seca, tratamiento del punto gatillo a través de la liberación fascial (fascia) mediante la inducción miofascial, entre otras.
Consiste en la contracción persistente e involuntaria de un músculo, como consecuencia patológica del incremento del tono muscular que refiere con desordenes bioquímicos, retracción muscular, disminución de la movilidad, dolor, debilidad e inflamación. El mecanismo de producción puede ser de origen diverso:
- Por fatiga mecánica, es decir, cuando se exige a un músculo determinado un trabajo superior en intensidad, velocidad o duración a lo que está acostumbrado a realizar o para lo que está preparado.
- Por alteraciones estructurales (escoliosis, dismetría de extremidades inferiores, hipercifosis (“chepa”), hiperlordosis, etc.) van a provocar que nuestro sistema muscular trabaje de manera desequilibrada, realizando compensaciones y, por tanto, aumentando el riesgo de contractura muscular.
- Por una incorrecta higiene postural, es decir, posturas inadecuadas.
- Alteraciones metabólicas, nutricionales y de deshidratación.
Situación que hace que el músculo no tenga la fuerza adecuada, potencia esperada o requerida. Ésta situación puede darse por varios factores:
- Aparición de toxinas de fatiga.
- Acidificación del medio interno, es decir, producción de ácido láctico, y ácido pirúvico.
- Trastornos del equilibrio iónico, como falta de sodio, potasio, calcio, magnesio, etc.
- Déficit de hormonas corticosuprarrenales: encargadas de mantener el equilibrio sodio-potasio, o elevar el nivel de glucosa en sangre, entre otras funciones.
Los síntomas a través de los cuales podemos reconocerla son la sensación de incomodidad y agotamiento, el dolor, la necesidad de detener la actividad, los calambres, las pequeñas sacudidas del músculo que se producen de manera involuntaria, etc.
Es aquella fruto de la alteración de la estática y la dinámica postural, que provoca cambios en las curvas normales de la columna vertebral, alterando de tal forma, la caja torácica, y con ello, la respiración.
No existe una definición exacta y precisa de la cervicalgia. En general la mayoría de autores la definen como dolor de la región cervical, aunque algunos autores la circunscriben como dolor localizado entre el occipucio y la tercera vértebra dorsal.
Es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con una afectación tisular importante. No se considera como una única sensación producida por un solo estímulo, sino como un conjunto de complejas experiencias.
Este dolor puede manifestarse aislado en la zona del raquis cervical o puede acompañarse de dolor irradiado o referido a otras zonas próximas, como son la cabeza y el miembro superior. Otros trastornos asociados de los que se puede acompañar son vértigo cervicogénico, dolor irradiado en miembro superior, así como la existencia de puntos gatillo que pueden provocar dolor en cabeza, cuello y/o miembro superior .
El tratamiento de esta dolencia es muy común en nuestro Centro.
Más información en textos de los siguientes autores:
(B Meseguer Henarejos , F Medina i Mirapeix , J J Cánovas Gascón , I Esteban Argente , A I Torres Vaquero , F Alcántara ,Prevalence, consequences and risk factors of neck pain.)
Dolor que aparece en la zona central de la espalda, es decir, en las vértebras dorsales. Las vértebras dorsales o torácicas son 12 y se encuentran entre las vértebras cervicales y lumbares, formando parte de la estructura de la caja torácica la mayoría de ellas.
LAS CAUSAS DE DOLOR DE ESPALDA A NIVEL DORSAL SON VARIADAS:
– Pueden producirse por la exposición al frío, adquisición de posturas inadecuadas durante un período largo de tiempo (por ejemplo, postura mantenida en el ordenador), tos repetitiva o movimientos bruscos (por ejemplo, un giro).
– Causas traumáticas, como por ejemplo, aplasatamientos de vértebras, hernias discales, contracturas musculares.
– Infecciones.
-Una enfermedad autoinmune, como la espondilitis anquilosante o la artritis reumatoide ataca la columna vertebral.
La Lumbalgia o lumbago es un síndrome músculo-esquelético caracterizado por un dolor focalizado en la espalda baja (zona lumbar). Este dolor se produce por la distensión de los músculos lumbares el cual se origina por distintas causas y formas, siendo las más comunes el estrés, el sobre-esfuerzo físico y las malas posturas al caminar o sentarse. Hay dos causas fundamentales que pueden ocasionar el lumbago:
- Causas de origen mecánico: A través de la alteración de las estructuras que forman la columna lumbar. Así, la degeneración del disco vertebral que evita el contacto directo entre las vértebras de la columna, la aparición de artrosis en las vértebras lumbares, la existencia de osteoporosis o una alteración de las curvaturas normales de la columna son las causas más frecuentes del dolor lumbar. Las malas posturas también pueden provocar lumbalgia. Además, la práctica deportiva sin un entrenamiento adecuado puede producir lumbago. En la práctica clínica también ha observado que determinados factores psicológicos pueden provocar dolores de la columna en general. Estas causas son las de mayor frecuencia.
- Causas de origen inflamatorio: Origen en determinadas enfermedades que producen una inflamación de las vértebras, de los tendones o de las articulaciones próximas. Asimismo, otras patologías no inflamatorias pero que podrían causar lumbago son las infecciones o los tumores malignos. Estos últimos son muy poco frecuentes.
Se trata de un dolor del ciático. Es en realidad un síntoma que expresa un problema en el nervio ciático.El dolor ciático se origina en un proceso irritativo del nervio o de alguna de las raíces que lo originan, generalmente la quinta raíz lumbar o la primera raíz sacra. Este dolor se caracteriza por ser agudo y seguir el recorrido que hace el nervio ciático desde la parte baja de la espalda hasta la pantorrilla. Este dolor puede ser tan fuerte que es, en ocasiones, muy incapacitante.
Entre causas, destacamos:
- Trauma directo en los glúteos o muslos (a menudo por una inyección en los glúteos).
- Presión externa prolongada en el nervio o presión por estructuras corporales próximas (ejemplo, contractura muscular).
- Fracturas de pelvis, que pueden generar problemas como la ciática
- Estar sentado o acostado por tiempo prolongado con presión en los glúteos.
- Enfermedades sistémicas que causan polineuropatía (daño a múltiples nervios), como la diabetes mellitus.
Presión por presencia de un tumor, absceso, hernia de disco, profusión discal, afectación del tejido fascial a nivel de la lumbopelvis o sangrado en la pelvis.
En casos que el fisioterapeuta en la valoración observe falta de fuerza muscular, o necesidad de relajar un músculo o grupo muscular, lo trataremos por medio de ejercicios específicos que indicamos y supervisamos, asi como estiramientos analíticos y globales, estiramientos miofasciales, o realización de algún entrenamiento muscular concreto (Pilates, gimnasia abdominal Hipopresivas,…)
La artritis reumatoide es una enfermedad que afecta las articulaciones o coyunturas. Causa dolor, hinchazón y rigidez. Esta enfermedad ocurre a menudo en más de una articulación y puede afectar cualquiera de las articulaciones.
En relación a las causas, los médicos desconocen la causa exacta de la artritis reumatoide; solo se sabe que con este tipo de artritis, el sistema inmunitario ataca a los tejidos de su propio cuerpo. Entre los factores que se intuyen que influyen en la aparición de esta enfermedad o son desencadenantes son los genes, el medioambiente y las hormonas.
Nuestros objetivos de tratamiento van a ser:
- Eliminar el dolor
- Reducir la hinchazón
- Reducir o detener el daño a la articulación
- Ayudar a las personas a sentirse mejor
- Ayudar a las personas a mantenerse activas.
La espondilitis anquilosante es una forma de artritis que afecta las articulaciones de la columna vertebral. Causa inflamación (enrojecimiento, calor, hinchazón y dolor) en la columna vertebral o en las vértebras, y a menudo implica la inflamación de las articulaciones sacroilíacas, donde la columna se une a la pelvis.
Muchas personas que tienen espondilitis anquilosante tienen dolor de espalda leve ocasional; otras personas tienen dolor severo y constante y, en la mayoría de los casos, ya avanzada la enfermedad, la flexibilidad en la columna vertebral va disminuyendo notablemente. En los casos más graves, la inflamación puede hacer que se unan patológicamente dos vértebras, lo que hace que la movilidad costal disminuya, afectando directamente a los diámetros de la caja torácica, y disminuyendo así la capacidad pulmonar.
No se conoce la causa de la espondilitis anquilosante; es probable que los genes, , y el medio ambiente jueguen un papel importante.
En esta enfermedad, la fisioterapia supone un campo importante en el mantenimiento de su calidad de vida, puesto que le ayudará a trabajar la flexibilidad de la columna vertebral y de la caja torácica a través de ejercicios, y a tonificar en los grupos musculares que sea necesario. Así mismo, le enseñará la adecuada higiene postural para evitar inadecuadas posturas que agraven el cuadro clínico
La fibromialgia es un síndrome (SFM), más que una enfermedad concreta. Un conjunto de manifestaciones crónicas, que se caracterizan por dolor generalizado (prácticamente continuo) en músculos y articulaciones, rigidez matinal, cansancio, fatigabilidad fácil, hipersensibilidad al tacto o roce cutáneo y problemas de sueño, que afectan el descanso nocturno. Es muy característico que se añadan otros síntomas: entumecimiento, dolor de cabeza, espasmos musculares, reglas dolorosas, dolor de vientre, hinchazón abdominal por gases, estreñimiento, diarrea o hábito intestinal alternante, digestiones lentas e incapacidad para terminar una comida normal, etc. A veces sensación de quemazón dolorosa en las palmas y plantas de los pies que los afectados calman con agua fría; asimismo rigidez articular, sensación como de estar “oxidado”, dificultad para seguir una charla o una conversación y sobre todo para leer.
No es de extrañar, por tanto, que los pacientes con SFM sufran ansiedad y/o depresión y manifiesten un notable deterioro de su Calidad de Vida Relacionada con el estado de Salud.
Se barajan varias causas que se han demostrado que están alteradas, y que por tanto, pueden ser el origen de todos los síntomas:
- actividad anormal en la parte del cerebro que modula la sensación dolorosa, con disminución del riego sanguíneo en zonas mediales cerebrales.
- incremento de los niveles de sustancia P (neurotransmisor ligado a la percepción dolorosa) en el líquido cefalorraquídeo (que baña y protege la médula espinal y el SNC); también una disminución de precursores de noradrenalina, dopamina o serotonina, que juegan un papel importante en la inhibición natural del dolor corporal.
- alteraciones congruentes con los trastornos del sueño de estos enfermos. Además interrumpiendo constantemente la fase del sueño profundo en sujetos jóvenes sanos, se ha demostrado que sobreviene una tensión muscular generalizada, similar a la que sucede espontáneamente en los pacientes fibromiálgicos.
- actividad perturbada del sistema nervioso vegetativo o autónomo, con reacción disminuida al estrés sea físico o psíquico; al mismo tiempo los mecanismos de contra-regulación también fallan y hay una hiperactividad simpática sostenida, particularmente de noche, con crisis de taquicardia e hipertensión ligera, lo que sin duda podría interrumpir o dificultar el descanso, iniciando un proceso de fatiga muscular.
La fisioterapia cuenta con varias herramientas para ayudar en el proceso sintomático, aliviando el dolor muscular, el dolor articular, el dolor de cabeza, la fatiga muscular,…A través de varias técnicas, como las técnicas para el tratamiento del dolor miofascial conservadoras (compresión isquémica manual del punto gatillo muscular) ayudamos a que el músculo se relaje, también a través de técnicas invasivas, como la punción seca, o técnica de aguja caliente (moxa – Artemisa pulverizada con efectos analgésicos y antiinflamatorios); también con inducción miofascial, hidroterapia, y consejos para la adecuada higiene postural
Enfermedad en la cual se produce la disminución de los minerales en el hueso, provocando cambios en su forma/estructura, y así en su función, y por tanto, en la función muscular. En el Centro de Fisioterapia nos centraremos en el tratamiento de las contracturas musculares, puntos gatillo, potenciación de la musculatura, mantenimiento de los rangos articulares, estiramientos pasivos y activos suaves,..
Se denomina de esta manera a la inflamación de la bursa, estructura en forma de bolsa, que se sitúa entre huesos, tendones y músculos, con una función facilitadora del movimiento de dichas estructuras entre sí. Puede darse en cualquier articulación. Su tratamiento dependerá de si es agudo, o se ha cronificado.
Es aquella fruto de la compresión de los nervios lumbares a su salida de la columna lumbar. Esta compresión puede estar producida por un fenómeno inflamatorio, una contractura muscular, traumatismo, se percibe como un dolor que va desde la región lumbar, discurriendo por toda la pierna.
Alteración de los discos intervertebrales (profusiones, hernias discales,..). Éstas se producen cuando la estructura normal del disco intervertebral, que se sitúa entre cada una de las vértebras de la columna, se ve comprometida, de manera que su núcleo se comprime hacia su capa más exterior (profusión), o directamente, su núcleo sale de esa capa exterior (hernia discal). Su tratamiento será a través del masaje profundo y tratamiento de contracturas y puntos gatillo, la termoterapia (baños de contraste frío y calor), y la realización de ejercicio activo (pilates,…)
Se trata de una enfermedad producida por el desgaste del cartílago, tejido que hace de amortiguador al proteger los extremos de los huesos, y que favorece el movimiento de la articulación; enfermedad reumática más frecuente, especialmente entre personas de edad avanzada, y en los ¾ de los casos se producen en mujeres. Se presenta de forma prematura en personas con enfermedades genéticas que afectan al tejido conectivo, como el síndrome de Ehlers-Danlos y el síndrome de hiperlaxitud articular.